Os habéis preguntado alguna vez ¿Cómo eran los funerales vikingos? Como muchas otras sociedades los vikingos prestaron especial atención al tema de la muerte y del viaje al más allá. A comienzos del siglo X Ahmad Ibn Fadlan, un embajador del califa de Bagdad, pudo contemplar los ritos funerarios celebrados por los vikingos que habían llegado en sus incursiones hasta el río Volga.
Su relato es realmente interesante. Y es que, para los hombres del norte, el paso de la vida a la muerte era un tránsito muy importante.
Si el difunto era un hombre pobre construían una rudimentaria barca en la que le colocaban y era quemado después.
Pero si era un hombre rico, de su fortuna hacían tres partes: una para su familia, otra para los vestidos mortuorios (ricas vestiduras que elaboraban por diez días, durante los cuales el cuerpo permanecía en un drakkar-sepultura), y otra parte de la riqueza para preparar una bebida muy fuerte, llamada nabidh, que los deudos y amistades del difunto bebían sin descanso hasta el día de la incineración del cadáver.

En Escandinavia se conservan muchos túmulos en honor de reyes y jefes vikingos, además de piedras rúnicas y otros monumentos funerarios. Y, como muchas otras sociedades, los vikingos practicaron distintas formas de enterramiento.
Hay mucha tela que cortar cuando hablamos de runas y vikingos.
¿Cuál es la religión de los Vikingos?
Durante mucho tiempo los pueblos escandinavos conservaron sus creencias religiosas tradicionales. La religión para llevar a cabo los funerales de los vikingos era bajo la creencia de la mitología nórdica.
Las creencias escandinavas sobre la otra vida eran vagas y la mayoría bastante sombrías.
Básicamente los vikingos tenían un cielo particular llamado Valhalla.
¿Qué tipos de entierros existieron en el mundo vikingo?
Dependiendo del estatus social y de la zona geográfica, existían varios tipos de funerales.
- Inhumación.
- En un barco; de madera o con hechos con piedras.
- En una tumba cavada en la tierra.
- Formando un montículo o un túmulo.
- Cremación.
- En una pira funeraria.
- En un barco funerario.
La cremación habría sido la forma de entierro más común durante los inicios de la Era Vikinga y hasta la llegada del cristianismo. Con la obtención de las cenizas, estas daban lugar a ser enterradas marcándolas con una roca, esparcirlas al viento o cubrir un montículo.
La inhumación se produjo a lo largo de todo el territorio escandinavo, con especial incidencia en las zonas de la Península de Jutlandia y Dinamarca. Se hacían en sus hermosos barcos de madera o de piedra, en una tumba bajo tierra o una tumba hacia el exterior en forma de montículo.
Sacrificios
- Sacrificios con animales que se usaba posteriormente en la fiesta de la cerveza funeraria.
- Sacrificios con seres humanos, que como es de imaginar los sacrificados en sangre y muerte eran sus propios esclavos, cuyo significado era de que le siguiera prestando sus servicio en la otra vida.
Sacrificios humanos
La mayoría de las celebraciones incluían sacrificios rituales ofrecidos a los dioses, tanto de animales como, en algunas ocasiones, de humanos. Cuando un gran personaje muere, los familiares disponen a sus esclavos, hombres y mujeres, quién quiere morir con él y acompañar al difunto a ultratumba.
Quien acepte esta carga no puede volverse atrás.
Generalmente eran esclavas las que se ofrecían para el sacrificio, aunque en algunos casos estaban autorizados algún familiar. No era habitual que accediera un hombre, fuera o no esclavo.
La esclava, entonces se veía separada de la familia y confiada a dos jóvenes muchachas que cuidaban de ella, la acompañaban durante los diez días y la preparaban para el día de la incineración.
La/s esclava/s que se sacrificaban, recitaban una letanía que aún hoy se conoce, en el transcurso del ritual.
En los enterramientos, los esclavos eran puestos en una posición determinada para que no pudieran volver de la otra vida.
Sacrificios animales
Caballos, perros y ricos objetos podían incluirse en la sepultura, que podía medir incluso 22 metros si era un hombre de alto rango.
Ofrendas
En cualquier caso, e incluso con sus diferencias, lo común durante la Era Vikinga era acompañar al difunto en su entierro con un ajuar funerario que variaba según el estatus y la profesión del fallecido.
Era común dejar regalos junto al cadáver.
Aunque el cuerpo fuera quemado en una pira, el difunto recibía presentes, cuya cantidad y valor no dependían del sexo sino únicamente de su posición social.
Posteriores generaciones de vikingos adoptaron la religión cristiana, por lo que se han encontrado grandes túmulos en los cuales enterraron a sus muertos, algunas veces sin escatimar el drakkar-sepultura de rigor.
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